En 2012, tres de cada cuatro entre las principales ciudades registraron niveles de contaminación por encima de lo que se considera seguro
La inversión, que equivaldría a más de la mitad del plan de estímulo que China gastó en 2009-2010 para hacer frente a la crisis financiera mundial, busca frenar los altos niveles de contaminación que padecen sus ciudades, en un país donde uno de cada cinco cánceres pulmonares detectados están relacionados con la polución.
El director del Departamento de Prevención y Control de la Contaminación del ministerio de Protección Medioambiental de China, Zhao Hualin, confirmó hoy que el Consejo de Estado aprobó la designación de ese monto el mes pasado, cuando emitió el llamado Plan de Acción y Control para Prevenir la Polución del Aire (2013- 2017).
Zhao indicó también que la mayoría de las partículas contaminantes en China son generadas por la industria petroquímica y de revestimiento (la primera recientemente causó mucha controversia en el país al revelarse que operaba sin respetar los estándares de calidad internacionales).
El vicepresidente de la Academia China para la Planificación Medioambiental y uno de los que elaboró el borrador, Wang Jinnan, dijo que éste dará prioridad a las regiones con altos niveles de polución y de partículas contaminantes PM 2.5 en el aire (con un diámetro menor a 2.5 micras, y que pueden alojarse en los pulmones o incluso en la corriente sanguínea).
Las medidas para combatir la contaminación del aire se dirigen, específicamente, a las ciudades de Beijing, Tianjin, y a la provincia de Hebei, en las que en enero de este año se registraron niveles de polución extrema y donde se espera reducir en una cuarta parte las emisiones de carbón para 2017.
El Gobierno chino emitirá dos planes más para afrontar la polución, particularmente dirigidos a prevenir y controlar la contaminación del aire y del agua y a mejorar el medio ambiente rural.
El daño al medio ambiente es una de las grandes preocupaciones de la población china, donde en 2012 tres de cada cuatro entre las principales ciudades registraron niveles de contaminación atmosférica por encima de lo que se considera seguro según los estándares chinos.
En enero de este año, Beijing registró sus peores días de polución atmosférica en toda su historia, hasta el punto de que las autoridades recomendaron a los pequineses que no salieran de sus casas.
En 2010, la contaminación ambiental produjo en China pérdidas económicas por valor de 176 mil millones de dólares, el equivalente un cuadragésimo de su producto interior bruto (PIB), según un estudio estatal.
Ante la necesidad de contar con un aire limpio y las protestas ciudadanas, el Gobierno chino prometió a finales de enero «medidas activas» para controlar la contaminación, e incluso otorgó a los tribunales la autoridad de sentenciar con pena de muerte a aquellos responsables de casos graves de polución.
El objetivo es reducir las emisiones por unidad de Producto Interior Bruto (PIB) en al menos una tercera parte a finales de 2017 en las industrias clave del país.