El bonobo es un animal con el que los humanos comparten el 98,7% de su ADN.
AFP / Chicago
Los humanos no son los únicos que tienen sentido del ritmo: los bonobos, por ejemplo, también son capaces de marcar el compás, una excepción en el mundo animal que podría ayudar a comprender mejor cómo evolucionó nuestro sentido musical en la historia de la humanidad.
«El hecho de escuchar o de sentir un ritmo musical implica la participación de numerosas regiones del cerebro y esta capacidad compleja parece ser única para el hombre y algunas otras especies”, explicó Aniruddh Patel, profesor adjunto de psicología de la Universidad Tuft en Boston, Estados Unidos.
Patricia Gray, profesora de la Universidad de Carolina del Norte, relató haber sido sorprendida por un bonobo hace algo más de una década.
Estaba golpeando mecánicamente una vitrina de un zoo cuando el simio que se encontraba al otro lado del cristal respondió a su ritmo, afirmó en una conferencia de prensa.
Intrigada, ella golpeó más rápidamente y el bonobo la siguió poniéndose incluso de espaldas para golpear también sobre el cristal, con sus dedos del pie, tras haber obtenido una golosina. «Pensé entonces que debíamos estudiar más de cerca cuestiones muy interesantes”, prosiguió la científica norteamericana , que trabaja con bonobos, un animal con el que los humanos comparten el 98,7% de su ADN.
La clave del sentido musical está en la manera en que los circuitos cerebrales se coordinan al sincronizar los ritmos y cómo los ritmos propios del cerebro se armonizan con los de la música.
Fuente: Página Siete. Los bonobos tienen el sentido rítmico de la música.