Es un espacio de educación ambiental, destinado a niños de primaria. Tiene el objetivo de enseñar con recursos didácticos, lúdicos y divertidos.

atalia Ramos /  La Paz
Veinticho alumnos del colegio Agustín Aspiazu inauguraron ayer el espacio Curucusí, que fue puesto en marcha por la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema) en su sede de la avenida Ecuador. Es  una iniciativa para impulsar la educación ambiental de niños entre siete y 11 años.
La exposición interactiva  Aire Limpio  sirvió para desarrollar  una serie de actividades lúdicas,  en las que los pequeños participaron con entusiasmo y curiosidad. «¿Sabían que el aire tiene peso?”, dijo de principio  una de las monitoras.
Apoyándose en distintos paneles informativos y otros recursos didácticos, como globos con la forma de la Tierra, continuó interactuando con sus atentos alumnos:  «¿Podemos atrapar el aire?, ¿con qué inflamos los globos?”, preguntó. «De aire”, contestó el coro de niños  al unísono.
«He aprendido que es importante el  aire porque sin él no podemos vivir”, concluyó Ruth, una de las participantes, que  sujeta uno de los múltiples  globos que acaba de llenar en el taller.
En esta primera exposición los visitantes aprenden   sobre el aire: desde su composición, hasta los problemas relacionados a su contaminación. Con esta finalidad, Lidema ha elaborado una serie de fichas  informativas.
Jenny Gruenberger, directora ejecutiva de Lidema, señala que es la primera vez que  cuentan con un espacio propio  para la educación ambiental. Durante sus 29  años,  la organización no gubernamental ha utilizado todo tipo de espacios públicos -como plazas, colegios, etcétera- para abordar el tema.
Gruenberger resaltó la importancia de llegar a los más pequeños «que son como esponjas y tienen mayor  capacidad para aprender que los adultos”.  Durante la sesión, los chicos reciben la información y el material correspondiente para lograr que «se apropien y se hagan responsables del ambiente”, añadió.
Sergio Ríos es  el experto en museología encargado de esta primera exhibición: «Me baso en la idea de  generar espacios para  aprender en libertad, experimentando e intercambiando ideas porque creo que nuestra principal fuente de conocimientos es la experiencia. La escuela sólo cubre una parte de la educación”, afirma.
La Cooperación Suiza en Bolivia ha financiado la   muestra que abre este espacio . El embajador suizo en Bolivia, Peter Bischof, en el acto de inauguración,  destacó la importancia del proyecto refiriéndose a la cita del filósofo chino Confucio:   «Si tu objetivo es progresar un año, siembra trigo; si tu objetivo es progresar diez años, siembra árboles; si tu objetivo es progresar cien años, educa a tus hijos”.
Lidema bautizó el centro como  Curucusí,  que es   un insecto de tierras bajas que alumbra.  El embajador usó el concepto como metáfora: «que la pequeña luz que emana de este personaje se convierta en un gigante faro”.

Listo para repartir su luz, el  Curucusí  espera a los niños de siete a 11 años en su sede. Los profesores o padres de familia deben comunicarse con Lidema para programar su visita.

Difusión en colegios
Visitas Lidema tiene previsto recibir en el  Curucusí  a escolares de primaria de colegios fiscales y particulares.

Itinerante Está previsto que después de su presentación en La Paz,  la muestra  Aire Limpio  se traslade a otras ciudades.
Contacto  Profesores o padres de familia interesados pueden comunicarse con Lidema (2418060 o 2419393).

Fuente: Página Siete. El Curucusí nace para enseñar a niños a cuidar el medio ambiente.