La Razón / Edgar Toro
00:00 / 21 de julio de 2013
Reducir la contaminación en 76.000 toneladas de dióxido de carbón (CO2) e incrementar en 20% los ingresos anuales de 580 empresas de Bolivia son los objetivos del Programa de eficiencia energética en ladrilleras artesanales de América Latina para mitigar el cambio climático (EELA).
El programa EELA está financiado por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude) y ejecutado por la Fundación Suiza de Cooperación para el Desarrollo Técnico (Swisscontact). Apoya proyectos que contribuyen a mitigar el cambio climático a través de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y mejorar la calidad de vida de la población. En Bolivia, desde 2010, promueve la implementación de modelos integrales de producción más limpia y eficiente en las ladrilleras artesanales en siete departamentos.
La fabricación de ladrillos con este método deriva en la emisión de gases de efecto invernadero, que en Bolivia llegan a 291.801 toneladas de CO2 al año. Según los estudios de Swisscontact, la mayoría se producen en La Paz, con 78.930 toneladas, y Cochabamba con 67.389 toneladas de CO2.
De acuerdo con los estudios de Swisscontact, en un horno con capacidad de producir 18.000 ladrillos al mes se usan unos 180 quintales de aserrín (valuados en Bs 1.800) y 30 quintales de leña (Bs 300), que al quemarse contaminan el medio ambiente.
Manuel Flores Chambi, beneficiario del proyecto y propietario de una de las 50 ladrilleras que forman parte de la Asociación de Cerámica Roja de la zona Llojeta (La Paz), contó que reemplazaron este combustible por gas natural para el funcionamiento de los hornos de cocción. En Bolivia existen 2.317 productores artesanales que elaboran 511 millones de ladrillos año.
En La Paz, Cochabamba, Chuquisaca, Santa Cruz, Beni, Oruro y Tarija, el proyecto EELA, en su segunda fase, tiene previsto llegar a 580 unidades productivas con el fin de reducir la contaminación y mejorar los ingresos anuales de estas empresas en 20%, lo que representa un beneficio anual de aproximadamente $us 1,7 millones para las ladrilleras parte del proyecto.
Juan Carlos Antezana, asesor del proyecto EELA, explicó que el programa busca validar modelos tecnológicos más eficientes para la producción, utilizando sistemas de ventilación, hornos a gas natural, buenas prácticas y la implementación de máquinas industriales y semiindustriales para la fabricación de ladrillos.
“Con mi nueva máquina he incrementado mi producción el 50% más. Antes producía unos 15 mil ladrillos a la semana, ahora produzco entre 25 a 35.000 ladrillos en el mismo tiempo”, manifestó Manuel Flores. Con 40 años de experiencia en esta actividad, contó que hace poco adquirió una máquina semiindustrial brasileña con crédito bancario.
“Pagaré hasta fin de año, pero vale la pena porque no sólo hemos mejorado la producción, sino también en calidad que eso es lo que más le interesa al público”, dijo sin precisar el costo de la maquinaria.
Recordó que antes producía unos 900 ladrillos con una “máquina extrusora artesanal” por hora y ahora obtiene 1.500. Añadió que junto a los socios de la asociación redujeron en 70% las emisiones de CO2 porque dejaron la leña, aserrín y el aceite sucio.
El director de Swisscontact Perú, Jon Bickel (quien llegó a La Paz para visitar ladrilleras) detalló que este proyecto se aplica en siete países: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, México y Perú con una inversión aproximada de $us 8 millones.
Con chatarra, técnicos crean máquinas que hacen ladrillos
Alejandro Pachaguaya es un mecánico paceño que fabrica máquinas para producir ladrillos artesanales con partes o chatarra de equipos que compra en ferias de El Alto, como en la 16 de Julio.
“No tengo planos ni proyectos, todo está en mi cabeza gracias a la experiencia de mi padre”, dijo Pachaguaya a los visitantes que conformaban la delegación suiza que conoció de su trabajo. Utiliza motores y engranajes de vehículos de 1600 cc y 25 caballos de fuerza. Los precios están entre $us 7.000 hasta $us 30.000, dependiendo del tamaño.
Enrique Mansilla es fabricante y proveedor de moldes de ladrillos a los productores. “Ayudamos a fabricar sus productos”. El negocio de las ladrilleras abre espacios para la participación de técnicos en la producción.
El proyecto se extiende a caleras
En Viacha
El programa de Eficiencia Energética en Ladrilleras Artesanales se extiende al sector de los productores de yeso y cal con similares objetivos: reducir la contaminación e incrementar la producción.
Productor
EELA comenzó su trabajo en Vichaya, en Viacha, donde hay 250 productores de yeso y cal, señaló Juan Carlos Antezana, asesor de Swisscontact.
Fuente: La Razón. «50 ladrilleras paceñas dejan de contaminar en Llojeta«.