• Desde hace varios años, más de 20 especies madereras son catalogadas en peligro

La región de Suramérica ilustra el problema mundial de la sobreexplotación por parte de la industria maderera.

BANGKOK, TAILANDIA (12/MAR/2013).- La conferencia de la Convención sobre el Comercio Internacional de Flora y Fauna (CITES) acordó hoy regular el comercio de varias especies árbol para reducir su tala a causa del tráfico de maderas exóticas, una lucha que lidera Suramérica.

«La región de Suramérica ilustra el problema mundial de la sobreexplotación por parte de la industria maderera. Desde hace varios años, los Gobiernos se han dado cuenta del gran problema que afrontan y han mejorado mucho su gestión ‘sostenible’. Lideran el camino para la preservación», dijo David Newton, experto en flora del grupo ecologista internacional «Traffic».

Más una veintena de especies de árboles, la mayoría originarios de la región de Suramérica, están desde hace varios años incluidos en el apéndice segundo de la CITES, que corresponde a las no amenazadas por la extinción pero comercializadas bajo una regulación establecida de común acuerdo entre los países firmantes.

«Los países (suramericanos) negaron durante décadas la existencia del problema. Pero, años más tarde, lo aceptaron y enfrentaron al aprender cómo gestionar sus recursos para no perderlos en el uso industrial», señaló Newton en el marco de la reunión que se celebra en Bangkok desde el pasado 3 de marzo y que concluirá el próximo jueves.

A petición conjunta de Tailandia y Vietnam se debatió y aprobó «por consenso» la inclusión en el apéndice segundo del Palisandro Siamés, una especie de árbol «sobreexplotada» que se puede encontrar en selvas de Camboya, Laos, Tailandia y Vietnam.

«Esta especie es uno de los más claros ejemplos de cómo los gobiernos locales son incapaces de proteger sus especies frente a las actividades de las mafias ilegales de la madera», apuntó la Agencia de Investigación para el Medio Ambiente en una nota leída durante la sesión.

Otras especies amenazadas por la tala ilegal que fueron incluidas «por consenso» entre los delegados, fueron el Ébano y el Palisandro de Madagascar.

David Newton destacó que «China recibe la mayor parte de las exportaciones de madera ilegal proveniente de Madagascar. El futuro de los bosques de esta isla africana está amenazado ya que el gobierno cuenta con muy pocos recursos para controlar la explotación de sus recursos».

El experto de Traffic agregó que «la inclusión de estas especies en el listado del CITES es un buen comienzo para la protección de las selvas de Madagascar», cuya delegación también pidió similar protección para otras seis especies de flora.

El Palisandro Granadillo y el Palisandro de Honduras, propuestas realizadas por Belice, y el Palo de Rosa, a instancias de Brasil, fueron otros de los árboles listados en el Apéndice segundo «por consenso».

El tráfico ilegal de la madera es uno de los más complicados de rastrear debido a la variabilidad de sus mercados, apuntó Newton.

«China ha desplazado el flujo del mercado tradicional de la madera ilegal que antes se centraba en Europa y Norte América», resaltó el representante de Traffic.

Según afirma Newton, el gigante asiático importa madera ilegal de las selvas de África, Suramérica y del Sudeste Asiático.

Shanghai, Hong Kong y Macao son los principales puertos de entrada de los troncos de madera que la industria china transforma después en muebles, instrumentos musicales o en objetos de decoración

El puerto de Singapur es otro centro de distribución, mientras que las porosas fronteras de China con Laos, Birmania (Myanmar) y Vietnam son las principales rutas seguidas por las bandas que se dedican al trafico ilegal de madera ilegal.

Fuente: Informador. CITES regulará comercio de árboles amenazados.